miércoles, 19 de mayo de 2010

UNA


Según estudios previos la sexualidad se inicia en el mismo momento de la concepción y una formación tardía conlleva a conflictos tales como el abuso sexual, embarazos prematuros, desviaciones sexuales adquisición de valores equívocos que serán difíciles de cambiar.
Además en nuestro medio los estudiantes solo alcanzan el nivel de básica primaria o los primeros años de secundaria, por lo tanto no llegan a tener una formación sexual adecuada, fundamental en el desarrollo integral del individuo e indispensable en el desempeño de su vida futura.
Cabe reconocer que el núcleo familiar en el cual se desenvuelven los estudiantes, específicamente los padres no manejan juicios claros ni criterios dentro de un discurso pedagógico que oriente adecuadamente a sus hijos en este aspecto.

La sexualidad es un término que solemos reducir a genitalidad y coito, cuando en realidad abarca un espectro mucho más amplio. Al hablar de sexualidad, nos referimos, por un lado, a la reproducción, aquello que en nuestra especie va a asegurar la supervivencia. Por otro lado, hablamos de género: no es lo mismo ser varón que ser mujer, con las políticas de género que implican. La sexualidad también tiene que ver con los lazos de apego, algo de lo que, actualmente, queda muy desvinculada cuando, en realidad, somos la especie más dependiente afectivamente, pasamos años creciendo en función de los otros. Además, está la cuestión erótica que tiene que ver con todo aquello que nos lleva a sentir placer en la estimulación, lo que corresponde al circuito de la respuesta sexual humana, que no es la misma entre varones y mujeres, ni es la misma a través de las distintas etapas de la vida.


Tutor:
Participante:

LUZ MARINA SANTANA
C.I. V- 10.013.089


Guasdualito, ABRIL, 2010